Así es como el alcalde Peñalosa ha mejorado la atención en salud de los bogotanos

Foto: Diego Bauman
Foto: Diego Bauman
Publicado:
9
Ene
2018
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Gracias al trabajo de la Secretaría de Salud, Integración Social, Educación y Policía de Infancia y Adolescencia, en el 2017 se logró una meta histórica en materia de infancia: por primera vez en 19 años no se presentó ni una sola muerte por desnutrición en menores de edad.

Así lo señaló Luis Gonzalo Morales, secretario de Salud, en una entrevista que le realizó EL TIEMPO.

Morales reconoció el esfuerzo del alcalde Enrique Peñalosa en temas como: la descongestión en los hospitales de la red pública, la reducción de filas, la atención a la primera infancia, entre otros.

Aquí la entrevista completa:

¿Cómo se logra esa cifra?

Es el resultado de un trabajo conjunto. El lema de las entidades es que niño que llegue a un hospital o al colegio o un jardín con síntomas o signos de maltrato o de desnutrición, de inmediato se prenden las alertas, se envía al gestor a la casa, se revisa la situación. Y todo hijo de una mujer adolescente se visita, porque estos son los que tienen mayor probabilidad de morir por desnutrición. Este es un equipo (Integración, Educación, Policía, ICBF...), como en el fútbol, marcación con todos estos niños.

Esto se hace de manera preventiva. Si es un problema de alcohol o de drogadicción, nos llevamos a los niños para un hogar, a un tratamiento y, por el otro lado, le buscamos quién los cuide. Después de 19 años no tenemos muertes por desnutrición en Bogotá.

¿No fue lo mismo que dijo la pasada administración?

Ellos habían dicho eso, pero sí las tuvieron y no vamos a colocar el espejo retrovisor. Fue una cifra importante y yo creo que también hicieron su trabajo, pero creo que a la Administración anterior les faltó coordinar más entre sí las diferentes entidades distritales y con las nacionales. Esto también es una coordinación con la Policía de Infancia y Adolescencia que ayuda mucho en esto.

¿Por qué un niño está desnutrido? ¿Qué pasa?

Por lo general, es por maltrato, por abandono. No es que no tengan qué comer, lo que pasa es que a los niños que dejan encerrados nadie los puede cuidar, y nadie los puede alimentar.

No es que no tengan qué comer, lo que pasa es que a los niños que dejan encerrados nadie los puede cuidar, y nadie los puede alimentar

¿Cómo va la salud pública en Bogotá?


Va bien. Hemos cumplido todas las metas que teníamos establecidas. Se cumplieron los 140 hitos de la hoja de ruta que se estableció. Se crearon todas las instituciones: 4 subredes (se fusionaron 22 hospitales que operaban cada uno por su lado con sus intereses particulares y ahora todos están integrados en un solo sistema), se creó la empresa asesora de logística, se creó el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación; se crearon dos unidades ejecutoras para el manejo de las ambulancias, abrimos 20 Centros de Atención Prioritaria (Caps) y dejamos listos los 24 proyectos de infraestructura contratados para el primer semestre de este año. Y dejamos adjudicada a final de año la licitación para el ‘call center’ único para que atienda las llamadas de las cuatro subredes y de Capital Salud (con una sola llamada se pide la cita) y quedó abierta la licitación para la plataforma única digital.

¿Y logros del 2017?

Logramos recuperar Capital Salud (la EPS que atiende a los más pobres de Bogotá) desde el punto de vista financiero. Finalizamos el 2017 con pérdidas que no llegaron a 20.000 millones de pesos, cuando en el 2015 esas pérdidas fueron del orden de los 380.000 millones de pesos. Eso ha permitido que Capital se ponga al día con la mayoría de los proveedores. Y hoy tenemos 55.000 afiliados del régimen contributivo (particulares que se afiliaron a esa EPS del Distrito que tiene 1’200.000 afiliados subsidiados). Esto nunca se había visto. Si la gente del régimen contributivo está pasando a Capital Salud es una buena señal. Eso demuestra que hay confianza, la gente ve que la atención es buena, oportuna.

¿Qué pasa con los pacientes que están en sus casas?

Ya iniciamos los planes piloto para su atención. La Subred de Suroccidente atiende cerca de 200 adultos mayores en su mayoría. Son atendidos en sus hogares por médicos, enfermeras; se les hacen sus terapias, les entregan sus medicamentos y, de igual forma, el programa de medicamentos en casa que está llegando a unas 600 personas que están inscritas en este plan piloto, que esperamos ampliarlos en este año nuevo.

¿Qué hay del eterno dolor de cabeza, el hacinamiento?

Aunque se ha reducido no se ha eliminado por completo. Con la estrategia de los Caps (Centros de Atención Prioritaria en Salud), la agilidad de citas y con el ‘call center’ (ya fue adjudicado en licitación) se va a ayudar a que el hacinamiento en las urgencias en los hospitales grandes se reduzca. Hoy tenemos 20 Caps con los especialistas que tienen más demanda: los pediatras para los niños, ginecoobstetras y los internistas para atender a los adultos mayores. Eso ha permitido que en lugar de ir a un hospital grande lo pueden hacer en un Caps.

¿Y cifras de reducción?

Pasamos del 250 por ciento al 135 por ciento, según la metodología que tenemos para medir hacinamiento. Y hemos atendido más de 350.000 personas desde que fueron abiertos los Caps. La otra buena noticia es que hay disminución prácticamente en todos los indicadores, la mortalidad infantil bajó, también la mortalidad materna y, claro, la mortalidad por desnutrición.
Hay disminución prácticamente en todos los indicadores, la mortalidad infantil bajó, también la mortalidad materna y, claro, la mortalidad por desnutrición

¿De cuánto fue la infantil?

La mortalidad infantil disminuyó con relación a los años anteriores, así: en el 2015 fue de 9,1; en el 2016 se presentaron 9 casos y este año que terminó fue de 8,5. Y, de paso, le cuento que la mortalidad materna pasó de 36 casos en el 2015 a 28 en el 2016; y 24 en el 2017 (a un día de terminar año).

Hablemos de enfermedades crónicas, ese tema silencioso

Tenemos 400 gestores de riesgo que están recorriendo las casas de las personas más enfermas, de los más vulnerables, y tenemos identificados cerca de 36.000 pacientes adultos mayores que sufren de hipertensión, diabetes o enfermedad pulmonar crónica. Con estos 400 gestores hemos hecho cerca de 200.000 visitas, somos más selectivos, más precisos, buscamos los más crónicos, los más vulnerables y hacemos un seguimiento más estricto. Así los controlamos de cerca.

¿Cómo se trabajan estos temas en el Distrito?

Se intervienen de forma integral. Es un trabajo coordinado.

¿Qué les responde, por ejemplo, a los sindicatos que le hacen críticas?

Hay todo tipo de críticas. Creo que hay intereses políticos y muchos de ellos tienen el afán de que a Peñalosa las cosas no le funcionen. Ahora, en el 2018, va a ser más notorio lo que se estamos haciendo. Pero, igual, las críticas, vengan de donde vengan, las recibo de buena gana y a los insultos no les presto atención. Con la crítica, por lo general exagerada, burda o grosera, se expresa un descontento y uno tiene que prestar atención. Gracias a los críticos avanzamos; no es con los aduladores, porque estos no lo hacen avanzar.

¿Cuál es el porcentaje de personal asistencial vs. administrativo?

De cada 10 funcionarios, 7 son asistenciales por tres administrativos. Con el ‘call center’ y la plataforma digital esperamos que sea menos personal administrativo y más médicos y de enfermería. Lo dejamos de gastar en lo administrativo, lo invertimos en pacientes.

Los retos de la salud en 2018

El experto en salud pública Luis Jorge Hernández dijo que si bien es un logro que no mueran niños por desnutrición, advirtió que hoy en los sistemas de salud no es tanto la mortalidad como la morbilidad, es decir, los enfermos.

Señaló que se debe seguir trabajando en la lucha contra la desnutrición crónica y aguda, el bajo peso al nacer, el sobrepeso en los adultos, la lactancia materna y la sífilis congénita.

Dijo también que se debe avanzar para mejorar la calidad del aire, aumentar la actividad física y hacer cumplir a las EPS las consejerías para nutrición y actividad física, las cuales son obligatorias en el sistema de salud. Y hacer una evaluación permanente a la estrategia de gestores.