Más de 5.000 vendedores informales se han graduado en diferentes oficios

Graduación vendedores informales - Foto: Javier Cortés-Portal Bogotá
Graduación vendedores informales - Foto: Javier Cortés-Portal Bogotá
Publicado:
30
Ago
2018
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Con la graduación de 134 estudiantes en Limpieza de Superficies, Atención al Cliente y Protocolo, ya son 5.165 los vendedores informales que tomaron la decisión de abandonar el espacio público y que han culminado su proceso de formación en oficios varios. Así mismo, 315 de ellos ya tienen un empleo formal.

Con estos programas que ofrece la Alcaldía de Bogotá, a través del Instituto para la Economía Social (IPES), la Administracion avanza en la oferta de alternativas y oportunidades para los vendedores de la economía informal. El propósito es fortalecer sus habilidades para su vinculación al mercado laboral.

En lo corrido de la actual Administración, 5.165 vendedores se han formado en cursos como vigilancia y seguridad privada, jardinería, arte culinario, marroquinería, administración de negocios, contabilidad básica, ventas, confección de lencería, manejo de máquinas de confección, auxiliar de cocina, auxiliar de panadería, elaboración de comidas rápidas y joyería artesanal, manipulación de alimentos, servicio al cliente, herramientas ofimáticas y en emprendimiento.

“La Administración Distrital sigue fortaleciendo la economía informal a través de procesos de formación para el empleo. Por eso hoy se están graduando 134 vendedores informales que salieron del espacio público en Limpieza de Superficies, Servicio al Cliente y Protocolo, de los cuales 30 ya se han vinculado laboralmente a una empresa gracias a las alianzas que hemos celebrado con el sector privado”, destacó la directora del IPES, María Gladys Valero.

La funcionaria invitó a quienes hacen parte de la economía informal y su núcleo familiar a que se acerquen al IPES para acceder a los programas de formación que ofrece la Alcaldía de Bogotá. Resaltó que también los hijos se pueden vincular a programas de carreras técnicas con el SENA, culminar su bachillerato y acceder a diferentes procesos de capacitación.

Estos son algunos de sus testimonios:


Adriana Cardozo Sierra – Localidad de San Cristóbal

Yo soy bachiller y trabajaba como auxiliar contable en 2016. Desafortunadamente no me renovaron el contrato, por lo cual me tocó en 2017 trabajar como informal, vendiendo tintos en el sector de la calle 85 con carrera 11.

Me enteré del curso de Servicios Generales y Protocolo que estaba ofreciendo la Alcaldía, a través del IPES. Realicé el curso, ahora me estoy graduando y ya me encuentro trabajando en Slimcol Ltda., una empresa de prestación de servicios.

Me siento contenta porque volví a pertenecer al gremio de trabajadores formales, en una empresa y teniendo los seguros y prestaciones de ley, es decir conseguí nuevamente una estabilidad laboral.

Alexander Ávila – ex vendedor informal en Transmilenio

Me encuentro aprovechando la oportunidad que la Alcaldía y el IPES me están brindando. Anteriormente vendía productos alimenticios o contaba cuentos en Transmilenio, pero tengo una familia muy bonita y quiero ofrecerle mejores oportunidades. El hecho de tener la posibilidad de capacitarse y aprender un nuevo oficio, abre las puertas para acceder a la estabilidad laboral que otorga una empresa, de tener un subsidio, por qué no, de adquirir una casa y brindarles una mejor calidad de vida a nuestros hijos.

Este proceso ha sido muy bonito, he aprendido muchas cosas relacionadas con limpieza de superficies, servicio al cliente y protocolo. He conocido muchos compañeros que me han motivado y, así mismo, yo quisiera ser ejemplo para que quienes aún están trabajando en Transmilenio se den cuenta que el Gobierno nos está cumpliendo y nos está dando esta oportunidad para poder salir adelante.

Martha Jackeline Amaya – municipio de Soacha

Vendía con mi esposo arepas, frutas, lo que mi Dios me diera la oportunidad de vender. Ya estábamos cansados de tanta inclemencia del sol, del agua, de la Policía que nos correteaba. No era un trabajo estable, no es lo mismo tener un sueldo fijo, seguridad y todo lo de ley.

Un día me acerqué a donde una amiga y ella me comentó del IPES, que era muy bueno, que ayudaban a los vendedores informales. Me sugirió que expusiera mi caso para ver en qué nos podían ayudar. Efectivamente fuimos con mi esposo e iniciamos el curso con mucho esfuerzo, pues nos tocó dejar de vender para poder asistir a las clases, pero ya se ven los frutos de dicho esfuerzo. Duramos como dos meses estudiando muy juiciosos y aprendiendo demasiado.

Como ocho días antes de terminar el curso fui a una entrevista laboral y desde ese momento estoy trabajando. Estoy muy feliz y espero sacar adelante este trabajo sin hacer quedar mal al IPES ni a la Alcaldía. Que digan que estos programas sí sirven y que sí le ofrecen a uno oportunidades. Mi esposo también consiguió trabajo en una muy buena empresa. Yo agradezco demasiado a nuestro señor, a todos los profesores y a la Alcaldía por está oportunidad que nos dan.