El gobierno de la ciudad difunde el lenguaje de señas a escolares

Publicado:
23
Dic
2013
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La Dirección Distrital de Servicio al Ciudadano, DDSC, de la Alcaldía Mayor de Bogotá ha dado un paso más para mejorar las condiciones de vida de la población con discapacidad sensorial. Se trata del plan piloto 'Impacto Bogotá' el cual tiene como objetivo capacitar a estudiantes de la localidad de Bosa en lenguaje de señas para convertirlos en multiplicadores y que generen procesos de inclusión.

Este piloto es la continuidad del programa 'Funcionario Polivalente 2012' y que nació con el propósito de formar a 100 funcionarios para atraer mejoras y opciones de accesibilidad para las personas con discapacidad auditiva que solicitan los trámites y servicios en la Red CADE.

Con base en la Ley 1618 de 2013, que establece las disposiciones para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad, cuatro servidoras de la Administración Distrital, presentaron la propuesta 'Impacto Bogotá' al  proceso Plan de Incentivos de la Secretaría General de la Alcaldía Mayor, logrando estar entre los equipos que obtuvieron el nivel de excelencia. 

'Impacto Bogotá' se desarrolló gracias al apoyo de la Casa Cultural Junín, liderada por  la fundación Morfus, la cual lleva cerca de 15 años en el CADE Patio Bonito desarrollando actividades sociales y culturales con la comunidad. 

Cada martes y jueves durante 48 horas, estudiantes del colegio Andrés Rosillo y habitantes de la localidad se reunían en el SuperCADE Bosa, con el joven especialista en la lengua de señas colombiana, Miguel Ángel Tobo.

Los participantes obtuvieron una capacitación básica en lengua de señas, que les permite entablar una comunicación con personas sordomudas y brindar igualdad de trato.

“Nunca se va a estar ajeno a la incapacidad. La política pública de discapacidad habla de inclusión y esta población está llegando al aula regular, entonces, que mejor que sus amigos, sus iguales, manejen su mismo lenguaje, su lengua nativa y sean un puente de comunicación”, afirma Tobón.

Para Tobón, el proceso de aprendizaje, se basa en mucha atención y memoria visual. Este debe cumplir con los parámetros de un idioma como tal con su estructura gramática. “Es muy fácil de aprender, es mecanización de los movimientos de las manos y practicar constantemente.”

Este joven apasionado por la enseñanza de lengua de señas colombiana, espera que más personas se empapen de esta cultura de discapacidad y que se den los espacio de inclusión para la población sordomuda en ámbitos educativos, culturales, de salud y de trabajo.

Orlando González, maestro de Artes Plásticas y coordinador de la Casa Cultural Junín afirma: “Buscamos llegar a un grado de entendimiento mucho más homogéneo y eliminar clichés sociales o convencionalismos frente a la discapacidad de la gente. Esta población está básicamente relegada porque son unas pocas personas las que tiene la posibilidad de interactuar a partir de las capacitaciones que esta población brinda”.

“La limitación no es física, sino que ésta, la tenemos todos de alguna manera, debemos empezar a cambiar el esquema cultural y el esquema del concepto, la discapacidad la tenemos todos cuando no podemos hacer algo”.

En el marco de la política publica de inclusión establecida en el Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana, la DDSC trabaja en el próximo proyecto de fomento del aprendizaje de la lengua de señas colombiana, en el que se espera capacitar a todos lo servidores públicos de la Administración Distrital.