Hospital San Carlos, pilar de la investigación científica

Hospital
El edificio conformado por ocho pisos, fue construido por la firma Cuellar Serrano Gómez y mereció un premio de arquitectura.
Publicado:
26
Nov
2012
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Durante 30 años fue el refugio de los pacientes contagiados con el bacilo de Koch, transmisor de la Tuberculosis, pero la evolución en su tratamiento lo llevó a diversificar su atención en principio a otras enfermedades neumológicas y poco a poco a todo tipo de enfermedades: renales, cardiovasculares, pediátricas, etc. En los últimos años, además de ofrecer estos servicios a los usuarios, se ha especializado en la atención de personas con problemas toxicológicos.

En este Hospital se destaca la atención de casos relacionados con toxicología.  Nuevamente el San Carlos como se le conoce popularmente, se ha especializado en un área que si bien es atendida por los servicios médicos en todos los centros hospitalarios de la ciudad, requiere de tratamientos especiales e investigación científica, para ayudar a los pacientes que presentan este tipo de dolencias.

Así este hospital atiende pacientes que han sufrido percances con animales venenosos y plantas tóxicas; intoxicados por productos industriales y/o medicamentosas; urgencias por abuso de drogas y alcohol; atención a pacientes con síndromes de abstinencia y la atención de accidentes químicos en medio ocupacional.

Sin embargo, la atención médica es diversificada y cuenta con programas preventivos,  tratamientos ambulatorios y cuando se requiere, hospitalización, para lo cual cuenta con Unidad de Cuidado Coronario para adultos, Hemodinamia, apoyo diagnóstico y terapéutico, clínica pediátrica ambulatoria y de urgencias, cirugía ambulatoria, laboratorio clínico y farmacia.

Para ampliar la información usted puede consultar http://www.fhsc.org.co/

Reseña Histórica


El 25 de agosto de 1948, inició labores este hospital que para la época era catalogado el más moderno y especializado centro hospitalario para la atención de pacientes tuberculosos.

El edificio conformado por ocho pisos, fue construido por la firma Cuellar Serrano Gómez y mereció un premio de arquitectura.

El hospital fue construido con materiales importados de Europa y Estados Unidos, tales como el mármol rosado traído de Bélgica y ladrillos ultradesecados que con el tiempo le han dado el color amarillo característico de esta edificación.  Tanto el mármol como los ladrillos y las curvaturas de los muros en su interior, evitaban que el bacilo de Koch, transmisor de la Tuberculosis,  anidara en sus muros.

De igual forma, la edificación fue diseñada con amplias habitaciones, con ventanales de pared a techo y solarios, que permitieran que la estadía de los enfermos, que era mayor al año, fuera placentera y así garantizara su recuperación. De esta forma, la ventilación y filtración de los rayos solares, estaban a la orden del día ya que eran fundamentales para el tratamiento de los pacientes tuberculosos.

La dotación de infraestructura tanto a nivel de la edificación como de los equipos médicos,  muebles y enseres fueron adquiridos para el bienestar y comodidad de los pacientes. Entre los que se destacaban los hornos para la incineración de desechos hospitalarios, los equipos de portátiles de rayos X, esterilizador de colchones, ascensores alemanes de gran capacidad, sala de juegos, odontología, teatro, capilla y biblioteca. La cocina central tenía cuartos fríos gigantescos para diferentes tipos de alimentos, hornos de gas para el pan y máquina para hacer helados.

Adicionalmente y para evitar el contagio de la enfermedad  a los vecinos del hospital, tenía una planta de purificación de aguas y los hornos para la cremación de desechos, expelían el humo que era purificado no sólo por el viento que venía de la colina posterior, sino por el bosque de cipreses australianos sembrado a su alrededor.

Pero esta obra se logró gracias a Gustavo Restrepo Mejía, denominado por la prensa como ‘el primer millonario de Colombia', que a su muerte en 1940,  en su testamento legó su fortuna y bienes a la creación de una Fundación  que se encargar de la construcción y posterior administración de un hospital que atendiera a los tuberculosos del país.

Es así como en honor al padre del potentado benefactor se le da el nombre de San Carlos al Hospital para tuberculosos, primero de carácter privado construido en el país.

Restrepo Mejía en su testamento deja claramente establecida la conformación de la Junta Directiva de la Fundación que se encargaría de su sostenimiento y la administración. El nuevo hospital de carácter netamente caritativo para el servicio de los más necesitados, durante 30 años estuvo dedicado a la atención de pacientes tuberculosos; luego se especializó en enfermedades neumológicas y se transformó en hospital universitario, durante algún tiempo gracias a la investigación manejo algún prestigio en su especialidad.

Pero para el Museo de Ciencias de la Salud, esta historia hasta ahora empieza a recuperarse; la reconstrucción de la memoria  científica del Hospital San Carlos, especialmente en las investigaciones que sobre la tuberculosis y las enfermedades neumológicas realizó este centro hospitalario, el tipo de equipos empleados en los tratamientos y el rigor científico que siempre lo destacó, pronto estarán al alcance no sólo de los ciudadanos, sino de los investigadores en sus instalaciones.

 

 

Ahora bien, en  1996 mediante Decreto 1973, el edificio fue declarado Monumento Nacional.


Tras superar la crisis que lo llevó  a un  cierre temporal en 1994, una parte del otrora hospital San Carlos es dada en arriendo al Instituto de Seguro Social que lo utilizó con la denominación de Clínica Carlos E. Restrepo hasta 2008 cuando se da su liquidación.

Hoy en día, estas instalaciones se encuentran a cargo de una EPS privada y la Fundación Hospital San Carlos administra una pequeña área con menor numero de camas, 40 en total,  más modesto en el antiguo pabellón infantil.

La Fundación Hospital San Carlos cuya Junta Administradora está conformada por un  representante de la Universidad Nacional de Colombia, un representante del señor Arzobispo Primado de Bogotá; un representante de la Academia Nacional de Medicina; un representante de la Sociedad San Vicente de Paúl de Bogotá y un representante de la Secretaria Distrital de Salud, ha realizado importantes cambios estructurales, técnicos, científicos y financieros, para garantizar el rigor científico que desde su fundación lo ha caracterizado.

"Actualmente la Fundación Hospital San Carlos, se ha orientado estratégicamente a la prestación de servicios integrales de salud de alta complejidad, con excelente calidad y calidez, respaldada por el mejor equipo humano, generadora de conocimiento, y de rentabilidad social y económica", asegura su director doctor Walter Puerto Gómez.

Fotos tomadas de la página http://www.fhsc.org.co/