El colegio rural en Usme donde la basura ya no se quema

El colegio rural en Usme donde la basura ya no se quema
Estudiantes del colegio La Argentina en la zona rural de Usme - Foto: Prensa Alcaldía Mayor de Bogotá - Diego Bautista
Publicado:
8
Mar
2016
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Tres profesores del colegio La Argentina, en la zona rural de Usme, le apuestan a la reutilización de materiales reciclables. Ya no producen tanta basura y a cambio los convierten en productos útiles que van desde materas hasta pesas para educación física.

Jacqueline Poveda, Yaneth Luengas y Jairo Prieto, son los creadores de este proyecto en el que los estudiantes de primaria reutilizan lo que antes consideraban basura. Esta iniciativa ha generado un alto grado de conciencia en ellos, sus padres y vecinos, quienes también se han sumado a esta iniciativa a favor del medio ambiente, el arte y la creatividad.

Allí, en un espacio totalmente rural y natural, la basura se tornaba en un problema pues era necesario quemarla, enterrarla o botarla a los ríos o quebradas, opciones ambientalmente muy dañinas. Después de una reunión de padres de familia en el colegio, los maestros se comprometieron a pensar en planes más amables con el planeta y de allí nació el proyecto de reciclaje y jardinería del plantel educativo.

“La gaseosa en envase plástico empezó a llegar y la gente se llenaba mucho de botellas y lo que hacían era quemarlas, botarlas a la quebrada o enterrarlas, entonces los niños y los padres empezaron a traer al colegio todo aquello que consideraban que se podía reutilizar. Ahí inició este aprendizaje por medio del reciclaje, el arte, la jardinería y el cuidado a la naturaleza”, recuerda Jacqueline Poveda.

Así mismo la profesora Yaneth Luengas asegura que los niños han generado facilidad para el arte manual y se han sensibilizado con la jardinería, tarea que va muy acorde con su entorno rural. “En los salones de clase se han implementado ayudas didácticas con materiales reciclados para aprender las silabas, o aprender a sumar. Por lo regular la mayoría de implementos que utilizamos para el aprendizaje de los niños son realizados con lo que afuera llaman basura”.

Este proyecto también amortiguó el bolsillo de los padres que ya no deben aportar la misma cantidad de dinero para las fiestas o actividades lúdicas de los estudiantes: ahora los niños elaboran con material reciclable, los dulceros, gorros, collares y vestidos para las presentaciones y fiestas que se realizan en el colegio.



La integración de la familia a través del arte y el reciclaje, ha sido otro factor evidente. Los padres de los niños ya hacen jornadas de reciclaje entre sus vecinos para que en vez de que realicen quema de basuras se las aporten al colegio donde se les da una nueva vida.

“Mi hija estudia aquí y tenemos que caminar casi una hora para llegar, sin embargo nos sacrificamos porque este es el mejor colegio. Los niños se educan felices y tienen ganas de venir a estudiar, además ellos se distinguen del resto de niños de la región porque demuestran todas sus habilidades” asegura Yuliana Ortiz, madre de una estudiante.

Diana Latorre, otra madre de familia, afirma que los profesores junto con los niños le han enseñado el valor del reciclaje y ha sido una buena experiencia porque ahora “nos han enseñado a hacer cosas con el reciclaje, los niños hacen cosas didácticas, si tienen un tarro de gaseosa o de jabón no es necesario botarlo sino crear algo, una matera, un servilletero, cosas útiles y con esto no solo reciclamos sino que cuidamos el medio ambiente”.

“Aquí llegan niños de seis veredas de Usme, nuestro propósito es desarrollar las habilidades de cada uno de ellos, inculcándoles la importancia del cuidado del medio ambiente, integrarlo en la metodología de estudio y afianzar lazos familiares por medio de este ejercicio”, afirma la profesora Yaneth.

La iniciativa demuestra que este método de aprendizaje es efectivo: los estudiantes se han destacado por sobresalir en las Pruebas Saber y la institución está ubicada en nivel alto de educación. Así mismo son lideres, no dependen de los profesores, los niños que terminan su primaria en esta institución son reconocidos en los colegios donde van a hacer la secundaria debido a su liderazgo, compromiso ambiental y su alto nivel académico.

“Aquí se hacen grupos de trabajo donde los niños grandes enseñan a los pequeños interactuando en el aprendizaje de todos en conjunto. Matemáticas, lenguaje, historia, deportes, compromiso ambiental y arte se unifican para afianzar un método de enseñanza integral. En este colegio los niños son autónomos, hacen la formación por si mismos, oran, cantan los himnos, luego cada grupo se dirige a su respectivo salón e inician labores, sin indicación de un profesor”, cuenta el profesor Jairo Prieto.

El más reciente crecimiento de este proyecto incluye al profesor de educación física. Las Pesas, bolos, colchonetas y palos de hockey son elaborados con materiales reciclables.

El patio del colegio está inundado de diferentes plantas que han sido sembradas en diversos elementos como cabezas de juguetes, tarros viejos y ollas, que adornan y dan vida al lugar.

El nuevo reto del colegio La Argentina es hacer un zoológico con llantas, pero para lograrlo necesitan una caladora para poder cortarlas y darles forma.

Además están recolectando seis mil botellas plásticas para construir, junto con los padres de familia, un salón en el que se puedan guardar los insumos de reciclaje y como indica la profesora Jacqueline “en el que se evidencie que se pueden hacer grandes obras con materiales reciclados y no botarlos a la basura dañando nuestro planeta”.


Alejandra Ramírez Zamora
Periodista - Alcaldía Mayor de Bogotá

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